BIENVENIDOS AL WEB SITE DE EDUARDO PIMENTEL 

 

Biografía Obra Literaria Obra Musical Obra Periodística Distinciones Contactenos

Se autoriza el uso de la información para investigación y uso académico, mencionando el origen de la misma. Todos los derechos reservados Eduardo Pimentel Cáceres.


    Pacchayoc

 

PACCHAYOC
(Casa Quinta de mis mayores; hoy Mariscal Gamarra)


Dedicatoria:


!Pacchayoc!.
Desgranando recuerdos del pasado,
pondré sobre el cadáver de tu gloria…
el alma, vida y corazón ardiente.
Y en aras de tu cariño y memoria
este epitafio cordial y sagrado
cabe tu escombro llorado y silente.
..


I


!Vetusto caserón de mis mayores!...
Mansión azul de flor y aves cercado
.
Quiero llorar Pacchayoc tu agonía,
y sobre tus escombros que han quedado,
saciar mí alma en estertores…
mezclando tú postrer pena y la mía
en doliente armonía…

 

He llegado a tu puerta,
con la esperanza muerta
,
pensando que tal vez ansiaras verme
y abriendo tus entrañas acogerme,
como en nido del viejo alero al ave
,
que torna herido e inerme
,
con la añeja canción que atina y sabe...


II

 

Tu silencio siniestro que me enjuicia,
Hiere este corazón, que ya me estalla.

No puedo contener mi amargo llanto,

ni vencer al dolor en la batalla.

 

Yo también soy escombro que se inicia,
y contemplo tus ruinas sin espanto,
pero en atroz quebranto.

 

Déjame que te llore
y tu ventura añore.
Déjame que recuerde tus auroras,
y saque el equipaje de tus horas
y si avergüenza el llanto, a tus despojos.
¡Que importa¡…Tú no imploras
piedad ni lágrimas a ajenos ojos.
..


III

 

Aquí estoy, en tu patio mutilado...
Contestando al recuerdo que interroga,

contemplando el desfile de tus penas...

y escuchando el silencio que dialoga,
con las sombras que arrullan el pasado.

 

Ya no hierve algazara tus colmenas,
ni lloran ya tus quenas.


Ya en tu huerto, no hay flores,
ni en tus nidos amores…

Y cual viejo santuario, solo ostentas,

pobres cuartos, que guardan osamentas,

de recuerdos, de dichas y pesares,

de venturas y afrentas,
que te honran, cual las perlas a los mares.

 

IV

 

Beberá el postrer aire de tu aliento,
sentiré el fuerte abrazo de las hiedras,
que se aferran, a tu muro derruido,
como firmas de dioses en las piedras,
corno garras de fieras sin sustento.
..

 

Te hablaré en mis recuerdos sumergido,

del manzano querido
que en un rincón del huerto
,
con su ramaje abierto
nos brindaba, su fresca sombra y fruto,

aumentando nuestra dicha sin luto.

Dejaré tus ambientes muy herido

¡Pacchayoc!!!. Hoy me enluto,
al verte cadáver y yo vencido...

 

 

1ra. Ed. “Canción, Versos y Prosas” Auspicio INC-Cusco 1985