INCLlTO PRECURSOR TUPAC AMARU

La tierra desolada, yermos los cuatro suyos,
esclavas moribundas, las razas de tu imperio,
ya nada te quedaba ¡Apu Túpac Amaru!!
En tierra sin entrañas y cielo sin deidades…
Henchido de esperanzas y hartado de vilezas,
tu espada vengadora, retó la saña impía,
del déspota extranjero…

Cadáver la Justicia; en tierras y cielo mudos,
crueles encomenderos, puñal daban a Bruto,
y “carta blanca”, a Caines, y monedas a Judas…
Rapiña y prepotencia, era Ley y Derecho!...

Con la hiel en las entrañas, mirabas la masacre,

expiabas las penurias, tenaces e implacables,
día y noche lacerando la humana dignidad...
Impotente contemplabas, varones y mujeres,
cursando cual espectros, al mundo de las selvas,

al antro de las minas, en viajes sin retorno…
Tu pueblo reducido al hambre sin remedio,
privado del derecho: a la vida y a la muerte,
colmaron tu paciencia, retando tu coraje.
Urgido de ira santa, cual rayo del Incario,
rompiste las cadenas del Indio esclavizado,
haciendo de los Andes, alcanzar libertario.

Dictando en el suplicio, lecciones de grandeza!.

Con verbo de Dios lnca…
Prendiendo en las montañas, las ansias libertarias,

y dando al Nuevo Mundo, ejemplo de heroísmo…

III

Cual mítica atalaya, en cumbres de la América
te admira el Viejo Mundo ¡Monarca de grandeza!.
Tú talla de gigante, de mártir y caudillo,
cual cumbre de una cumbre, en cima de los Andes,
es faro, estrella y guía, en campos de batalla...
Las tres razas que uniste: Aymará, Kero y Quechua,
cumplieron sus deberes…
de mártir y soldado, de hijo y redentor...

El viento, nieve y trueno, en cimas colosales,
urgieron que eternices, dantescas epopeyas
de lucha, sangre y muerte, de Quechuas y Españoles,

que han hecho que tú ingreses, con lauros inmortales

al libro de la gloria: ¡La Historia Universa!!

Tu noble abolengo inca, coraje dio a tu brazo,

y luces siderales, tu idea redentora...

El bronce de tu pecho, fue gruta muy segura,
en donde tu trazaste, tu gran plan libertario.
El rayo de tu fama, llenó el Nuevo Mundo,
moviendo al Orbe entero, el grito de Fernando...

Martirios como el tuyo, la misma Historia llora...

Por eso a los Areches... mataste con tu muerte,

Por eso hasta la muerte, vivirá, en tu tumba…

Historia

Un cuatro de noviembre , temblaron en su bases…
los pueblos de América; al grito soberano,
y acento poderoso, del Gran Rebelde Andino¡

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Con sangre de verdugos, se inicia la batalla
Arriaga con la vida, mal paga, muchas “deudas”.

El APU Amaru Andino, otea el horizonte,
y mira desolado el festín… de los blancos,
se lanza como un rayo, sembrando ¡Horror Sublime!

a lides que vindican ¡Los Derechos Humanos!!!.

Los hombres proletarios de América Latina,
te nombran su Caudillo, de guerras sin cuartel,

que tú las iniciaste, al precio de tu vida.
Valientes capitanes, vengaron tu martirio,
en lides victoriosas de Junín y Ayacucho.
¡Tu vida fue un poema de Épica grandeza!.
Tu muerte, una ¡Tragedia que espanta a la Tragedia!...

Por eso tu proclama irá de siglo en siglo,
llamando a los opresos, a luchas incendiarias.

Si el hombre no recuerda, la atroz lección dictada,

aquel infausto día de sangre en Huackaypata!!!.

Tu lucha y rebeldía, bandera es, y el orgullo,
de un pueblo que ama tanto, su tierra, honor y raza.

Tu gloria es más excelsa, mas pura y mas sublime,
diciendo al triste Areche: “Los dos somos culpables”.

Verdugo de mi raza, ladrón del indio manso,
humilde y laborioso, que tu lo estas matando...
y yo por no destruirte, librándolo a mi pueblo,
del yugo humillante, del hambre y la tortura,
que en nombre de tus dioses, ungiste a mis hermanos

con normas y principios, que amparan tú avaricia,
tu ocio y egoísmo, tu atroz ferocidad…

Proclama

Serás eterno emblema, del Paria de los Andes.
El más sublime ejemplo, del mártir generoso.
Del pobre y desvalido, sostén, sombra y apoyo…

Titán valiente y noble, tu gloria ¡Será Eterna!.
La tumba oscura y fría, no espera a tu recuerdo.
Trompetas de la fama, cantarán tu grandeza.
Y reductos de tiranos, limpiarán tus legiones.
Tu luz en la Historia, brillará en las Noches...

Mostrando entre las sombras, Areches complotando...
En siglos venideros, no será tu memoria,
escombros olvidados en noches de ¡Silencio!!!.

1ra. Ed. “Canción, Versos y Prosas” Auspicio INC-Cusco 1985