Una buena canción es
aquella que mantiene su significado, su magia y su relevancia sin
importar el paso del tiempo
MUDOS TESTIGOS
(vals)
Mudos testigos de mis albores
flores silvestres de mis montañas
frescos manantes de dulces aguas
vengo a
dejarles el corazón.
Bajo el follaje de tus arbustos
acariciado por suave brisa
oyendo el canto de tus alondras
cuanta ventura llenó mi ser.
Humilde caminito
que abrazas mis montañas
no
guardes ya las huellas
de mi dichoso ayer.
Por ti
deje mi casa
mis peñas y manantes
mis flores y panales
con cruel ingratitud.
Hoy vuelvo fatigado
trayendo mi nostalgia,
en busca de recuerdos
que nunca olvidaré.
Llevadme
hasta la tumba
donde yacen los muertos
a dejarles plegarias
mis flores y mi cruz.
Tal vez
al yerme lloráis conmigo
mudos testigos de horas felices
yo también sufro cuando recojo
en mil pedazos mi propio ser.
Vengo a
saciarme con vuestra esencia
sol,
viento y nieve, flor, nido y rama
vengo a
postrarme, cave la tumba
de los recuerdos de mi niñez.
Cusco Octubre de 1964
1ra. Edición “Bouquet Lírico de Canciones y Ritmos”.
Magín 1982
2da. Ed. “Canción, Versos y Prosas” Auspicio INC-Cusco
1985
|