La lectura
es como el alimento; el provecho no está en proporción
de lo que se come, sino de los que se digiere
(Jaime Luciano
Balmes, 1810-1848. Filósofo, apologista, sociólogo,
político y teólogo español).
Reflexión:
Una lectura realizada de forma rápida y mecánica, por
extensa que ésta sea, poco provecho suele dar, porque no
se trata de la cantidad de información que contiene sino
de la comprensión y posterior asimilación que hagamos de
la misma. Para que una lectura sea realmente provechosa,
es conveniente emplear el tiempo necesario para razonar
su contenido, el cual una vez digerido y asimilado, nos
aporta sabiduría y pasa a formar parte de nuestros
conocimientos, que podemos aplicar si llega el caso, en
nuestra vida cotidiana. |